AMARANTE
Amarante fue una de las sorpresas agradables en nuestro viaje al norte de Portugal, una ciudad pequeña pero encantadora, , con un casco histórico pequeño pero con rincones muy bonitos.
Llegamos a Amarante y aparcamos en uno de los aparcamientos cercanos al centro histórico, y lo primero que nos encontramos es un yacimiento arqueológico a los bajos de una casa. Se trata del Solar dos Magalhaes, o la Casa de los Magallanes, es famosa porque en esta casa fue donde los habitantes de Amarante hicieron frente a las tropas francesas durante las llamadas guerras peninsulares (lo que para nosotros fue la guerra de la independencia de 1812 contra los franceses).
Iglesia de Santo Domingo |
Unos metros más adelante encontramos una pequeña iglesia, que estaba cerrada, la Iglesia de San Pedro, y un poco más adelante la Rua 5 de Octubre, calle peatonal con comercios.
En seguida entramos en la plaza principal y con mayor encanto del pueblo, la Plaza de la República, donde se encuentra la Iglesia y monasterio de San Gonzalo, y un hermoso mirador al Río Tamerga y al puente de San Gonzalo.
Desde aqui vemos también la Iglesia de Santo Domingo ( o de nuestro Señor de los Afligidos) que se alza sobre una loma, justo encima del monasterio de San Gonzalo.
Iglesia de San Gonzalo |
Actualmente puede visitarse la Iglesia junto al claustro y la sacristía del monasterio, mientras que el resto del monasterio se ja convertido hoy en día en un museo.
El Monasterio de São Gonçalo fue fundado en 1543 por João II y fue termiando en el años 1620.
En su interior se haya un impresionante altar barroco dorado, y un órgano sostenido por unos gigantes con cola de pescado, y la tumba de Gonçalo, ubicada en una pequeña capilla.
Según cuenta la leyenda, las personas que vienen en busca de pareja verán su deseo concedido en un año si tocan la estatua que hay justo encima de la tumba.
Tumba de San Gonzalo |
Tras la visita a la iglesia, entramos en una de las partes visitables del monasterio, el claustro de un estilo bastante sobrio. Desde uno de los rincones se puede ver el campanario que se incorporó en el siglo XVIII.
Claustro |
Sacristía |
Casa da Calçada |
Puente de San Gonzalo |
Cruzamos el puente de San Gonzalo actual es una reconstrucción del año 1873, que se reconstruyó tras el hundimiento del puente original del siglo XIII. El puente es un monumento de la localidad y un símbolo de la residencia del pueblo de Amarante contra la invasión francesa.
Las vistas desde el puente sobre el río Tamerga son preciosas, y merece la pena pasear tranquilamente y disfrutar de ellas.
Cruzamos el río Tamerga y nos tomamos un café y unos pasteles en la pastelería mas antigua de Amarante, la Confeitaria da Ponte, donde sentarte tranquilamente con unas vistas maravillosas, y es que en Portugal hemos encontrados excelentes pastelerías a precios muy económicos.
Puente de San Gonzalo |
Museo da Souza Cardoso |
Una de las cosas que puedes hacer que es muy relajante y desde donde apreciar la belleza de Amarante es dar un paseo en barca de pedales por el río Tamega. Las encontraras a la izquierda del Monasterio de San Gonzalo, bajando unas escaleras. pasaras por delante de la fachada lateral de monasterio, donde hoy se encuentra la entrada del Museo da Souza Cardoso.
Durante unos cuarenta minutos paseamos en barca por el río y las vistas tanto del monasterio, como de ambas riberas del río son dignas de verse.
Monasterio de San Gonzalo |
Después de un buen rato volvemos sobre nuestros pasos hacia la Plaza de la República, pero en vez de volver por la Rua 5 de Octubre, subimos por la escalinata hacia la Iglesia de Santo Domingo. Desde aquí se pueden contemplar perfectamente la galería abovedada de la Iglesia de San Gonzalo, con las estatuas de los reyes portugueses.
Con esto termina nuestra visita a Amarante, una de las más gratas sorpresas de nuestro viaje a Portugal, que sin duda merece una visita, de al menos un día.
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