TUNEZ: CARTAGO Y SIDI BOU SAID
Sidi Bou Said es una pequeña localidad a unos 20 kilómetros de Túnez capital, y es uno de los sitios mas turísticos de Tunez, si decides hacer una parada en crucero. La ciudad de Sidi Bou Said, se encuentra muy cerca de las antiguas ruinas de Cartago, por lo que si haces una excursión o vas por tu cuenta, son visitas obligadas de forma conjunta.
Si llegas en crucero, como hicimos nosotros, puedes optar por dejar las excursiones con el crucero y coger un taxi, ya que en la misma terminal de cruceros, lo tienen perfectamente organizado, con dos rutas alternativas y con un precio cerrado. La visita a las ruinas de Cartago, la visita al Acropilium y la visita a Sidi Bou Said.
Mezquita de Taqwa |
Durante el viaje pasamos por delante de la Mezquita de Taqwa, que la mezquita más antigua de la ciudad de Tunez. Por lo visto su pasado se remonta hasta tiempos cercanos al primer siglo tras la Hégira, tiempos en los que ya se edificó un mezquita en ese lugar, siendo ampliada y retocada hasta la fecha.
Conforme nos vamos acercando a las ruinas de Cartago vamos viendo ruinas, si bien desperdigadas a lo largo de la carretera, lo que indica la importancia arqueológica de la zona desde épocas prerromanas.
Acropilium |
Una de las cosas que nos llamó más la atención es que casi nadie viene a visitar esta antigua catedral, estábamos completamente solos.
Alcanzamos las ruinas de Cartago, o al menos lo que queda de ellas, pues si esperas encontrar unas ruinas como Pompeya o Roma, es bastante probable que quedes decepcionado.
A la entrada de los restos arqueológicos de Cartago entramos en un museo que nos muestra la historia de la ciudad de Cartago, asi como objetos arqueológicos encontrados durante las excavaciones.
Ruinas de Cartago |
El puerto civil era de forma rectangular. Allí fondeaban las naves comerciales, que en su mayoría importaban garum, trigo, púrpura, marfil, oro, estaño y esclavos de las factorías, de las colonias del Mediterráneo. Las exportaciones a otras ciudades, colonias o pueblos costeros nativos de las costas del Mediterráneo occidental fueron mercancías manufacturadas, vidrios, cerámicas, objetos de bronce o hierro, y tejidos de púrpura.
Ruinas de Cartago |
El puerto militar era de forma redonda y albergaba en su interior una isla artificial también circular. La isla era la sede del almirantazgo, y su acceso era restringido. El puerto militar según las fuentes clásicas podía albergar 220 barcos de guerra.
Una vez fuera del Museo, visitamos lo que queda de los restos arqueológicos, y lo que vemos es que queda bien poco, y es que durante la tercera Guerra púnica, Cartago sufrió el asedio de los soldados romanos, que tuvieron que avanzar casa por casa para conquistar la ciudad. El nivel de enfrentamiento fue tal, que del millon de habitantes que tenía Cartago, solo sobrevivieron cincuenta mil, que fueron vendidos como esclavos. Tras la conquista, la ciudad fue totalmente destruida y borrada del mapa, sin gente que mantuviese su cultura, Cartago desapareció en los anales de la historia.
Ruinas de Cartago |
Esta ciudad llegó a tener más de 400.000 habitantes, convirtiéndose en la segunda ciudad por importancia del imperio, teniendo edificios tan importantes como un circo, un anfiteatro, teatro... Alguno de estos edificios aun se conservan en las cercanías de las ruinas del antiguo Cartago.
Es más en la antigua Cartago solo encontraréis el museo y algunas ruinas de la época cartaginesa, asi como una gran plaza que era el centro de la vida publica de la ciudad. Para ver el teatro y el anfiteatro debéis volver a coger el taxi, ya que esta a varios kilómetros de la antigua Cartago, ya que los romanos no edificaron sobre la antigua Cartago sino cerca del emplazamiento.
Teatro de la Cartago Romana |
El camino desde las ruinas de Cartago a Sidi Bou Said no nos lleva mas de 15 minutos, con paradas en distintos miradores desde donde nos indican se encuentran las mansiones de los ministros y el presidente del país, sobre grandes acantilados dando al mar.
La ciudad esta sobre una colina, por lo que ve preparado para subir y bajar cuestas, lo que llega a ser bastante cansado si vas en pleno verano. De todas formas sus calles empedradas, aun con cuestas, son encantadoras.
Creo que nadie hasta ahora se dio cuenta de cuanto favor le hizo al pueblo la excentricidad de este pintor arabista francés, que por cierto tenía su casa, hoy museo, en este pequeño pueblo.
Vistas desde unos de |
El mayor atractivo de este pueblo sus sus calles, sus casas y los rincones que encontrareis simplemente paseando. Las fachadas de las casas son completamente blancas, así como sus interiores destacando conjuntamente con el azul del cielo los balcones de madera azules, y sus grandes puertas de entrada.
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